Con Min-Jin compartimos un momento muy especial. Ella, una de las personas más adorables que he conocido, nos recuerda que no existen límites de edad ni barreras idiomáticas cuando se trata de disfrutar la música y aprender un instrumento.
Siempre había soñado con tocar la batería, y decidió que este era el momento para hacerlo realidad. Su entusiasmo y dedicación la convierten en un ejemplo de que aprender música es posible a cualquier edad y en cualquier etapa de la vida.
En este video interpretamos juntos un tema instrumental de mi autoría: ella en la batería y yo en la guitarra. Más que una clase, se trata de vivir la experiencia de la música como puente universal, capaz de conectar culturas, generaciones y formas de expresión.